lunes, 26 de diciembre de 2011

Maldita esta montaña rusa en la que mi vida se embarca. A veces, tan plenos. Otras a faltas. Hoy, un día normal, en el que miras a tu alrededor te paras a observar, ya hace tiempo que no lo haces. Pero no alrededor de la habitación en la que estás sentado, con un teclado delante tuya, y una pantalla. Si no, mira dentro de ti. 
¡Como ha cambiado mi vida en tan solo un par de meses!, demasiado tentador se hace pensar en que puedo cambiar todo si uso la imaginación, ya que la realidad se me hace demasiado... demasiado dura diría yo. Un día 26 como hoy, mirando lo que tengo, lo que necesito, lo que a veces me sobra. Y lo que en este momento no quiero, ni necesito. En esta vida, dura se nos hace, no importa que queramos echar cosas fuera de nuestra vida, no nos importa una mierda que la vida se nos escape entre los dedos. Pero ¿sabes? una buena película, una buena obra de teatro, nos hace cambiar de perspectiva, sorprendentemente. Nos hace aferrarnos y descubrir pequeños placeres que disfrutamos en soledad. Tantas veces me apetece estar sola que ya me preocupa. Que digo, y aunque sea raro, me apetece un día entero haciendo solo cosas para mí, preocupándome de mis cosas, de si quiero escribir, o de si quiero tumbarme a escuchar música, o si tan solo me apetece dar un paseo con los cascos. Que rara es la vida, casi tanto como yo.
Hoy, como siempre, melancolizando sobre la vida. "¡Qué pesada!, siempre está igual, en su mundo." ¿Y qué? Es verdad, me gusta la melancolía, me gustan recuerdos e imaginar, me gusta querer hacer algo y hacerlo. Me gusta soñar que tengo algo y saber que me estoy engañando pero saber que en sueños es mio. 
Porque dime tú, ¿Cuánta gente sueña? Repito, ¿Cuánta gente sueña de verdad? Amelie, lo dijo: "Son tiempos difíciles para los soñadores". Y bueno, mi lema es más vale intentar algo difícil, bonito, y que te satisfaga , y tener la posibilidad de no conseguirlo jamás. Que hacer cosas fáciles, demasiado simples y aburridas. 

Con esto te digo, ¡Ojalá vivas todo los días de tu vida! y ¡Vive, o muere intentándolo!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Suelo ir demasiado rápido para ver las cosas, no me doy cuenta de lo que pasa a mi al rededor... no me doy cuenta de las cosas más sencillas que me rodeaban, por ejemplo, que hoy es una especie de domingo raro, que mañana será el día que hoy tememos, y que todo lo que hago últimamente es para hacerte reír. Necesito que me den la mano y me enseñen a frenar. Que me miren a los ojos y me digan que estoy viva. Que me hagan ver que la magia antes los ojos simples de un humano, existe.Yendo más despacio para auto convencerme de que la vida es magia y dulzura. Y que los besos no son labios contra labios. Que sin amor, todos son el mismo. Y así darnos cuenta de que filosofía no es tan difícil, de que hay asignaturas sin sentido en el instituto y que en el fondo, si, nos estamos aficionando al alcohol, algunos por diversión, otros por no ver la realidad. Y te vas fijando en como vas demasiado lejos con asuntos sin importancia, que nada de lo que tienes al rededor lo necesitas. Y que ni si quiera te calma dormir eternamente, porque escuecen demasiado las heridas, esas que ni parches, ni abrazos, los curan.