"A veces crees que nada es justo y ves todo va en tu contra, a veces vives la vida loca y ya nada importa, aveces crees en ti, a veces ya no crees en nadie, a veces quieres vivir otras morir para olvidarte, a veces creo que la vida es demasiada corta y que nesecitamos otra para entender lo que realmente importa..."

 Suko, a veces. "A veces miro al cielo y créeme, no veo el paraíso."

+No hay mucho que ver, bueno, no tanto como ellos parecen creer. ¿Cuánto es lo bastante borracho?
-Buena pregunta. Ven aquí y siéntate. Te diré cuánto es lo bastante borracho. Bien, lo que aquí se ha planteado es cuánto es lo bastante borracho. Y la respuesta es que depende de las células del cerebro.
+¿Del cerebro?
-Así es Harry. Con cada vaso de licor que tomas acabas con cientos de esas células. Pero eso no importa mucho porque tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego mueren las del silencio y todo lo dices en voz alta, aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa... no importa, porque después mueren las de la estupidez y hablas con inteligencia. Y por último, las células de los recuerdos... esas son difíciles de matar...

Me cuesta tanto, olvidarte...

     -Quiero que encuentres ganas de continuar. Quiero que veas las cosas desde otro punto de vista. Que alguien consiga enamorarte, y que alguien te quiera como te mereces. Quiero que seas capaz de estar sola, y sentirte acompañada. Quiero que veas que las cosas, son más fáciles cuando sientes que te quieren. Quiero que veas, que en esta vida, siempre hay salida. Que cuando te enamores, notes mariposas. Que esas mariposas te hagan sonreír. Quiero que vivas. Que seas capaz de pasar página. Quiero que te olvides de mi. Que dejes de amarme, porque nunca seré capaz de amarte yo. Quiero que entiendas, que no soy para ti. Que ya amo a alguien y no eres tú. Pero también quiero que entiendas, que jamás sentí nada por ti. Deja de quererme.
     +Muy bien, creo que he entendido todo, creo ver ahora todo claro.Pero también quiero ser yo quien te pida cosas. Por ejemplo, no hagas a nadie más tanto daño como acabas de hacerme tú. Desaparece por completo de mi vida. No quiero tenerte si quiera de enemigo. No quiero nada de ti. Tú, en este momento, me has roto el corazón. No lo digo por decir, si no porque dentro de mi siento como caen los cachitos. Como ahora estoy incompleta. Y de veras espero, que no entiendas nunca lo que duele, pese a que lo merezcas. Quiero que te vallas, y no te gires. Y aunque ame tu manera de sonreír, aunque esté enamorada de ti. Aunque solo sentir que estás cerca se me hace un nudo en la tripa, me pongo nerviosa, y mis mejillas cobren color. Aunque sepa que me llevará meses olvidarme por completo de ti. Tu manera escuchar música por la calle en tu mundo, tu manera de hacerme sentir que me querías. Y sobretodo la manera en la que hacías que todo fuese perfecto. Quiero que desaparezcas.

Me desperté algo confusa, pensativa. Que raro veo hoy todo. Me he levantado con ganas de coger el mp3 y echar a andar, hasta que se acabe la batería, y pensar en todo. En lo que te echo hoy de menos, en lo que hoy necesito que me beses... Pensar en los momentos pocos, pero increíbles, que hemos pasado. Te echo tanto en falta... Se me acelera el pulso solo imaginarme contigo a mi lado. Cada día, cada noche. Es costumbre ya verte pasear por mi cabeza. Es costumbre soñar contigo. Ahora me veo atrapada por algo invisible, algo que no se nota, pero si se siente. Me es imposible no recordar lo que fuiste.
A veces, sentada en mi cama, abrazada a mis rodillas, miro el suelo e imagino. Un mundo mejor. Días mejores sin ti. Días en los que me crea que te olvido. Me imagino a mi, después de pasar página. Y que recordarte no me duela. Aquí sigues, en mi mente. Martilleando. Quemando cada parte de mi, y haciendo que me cueste sonreír. Me acuerdo las noche que pasé a oscuras, en mi cuarto abrazando la almohada. Imaginándote a mi lado entre lágrimas. Si supieras el daño que haces, sin saberlo. 
Otra veces, me dicen que estoy ausente. Que parece que voy a mi bola. Que nada me importa. Pero no se dan cuenta de que estoy afectada... De que te necesito. De echo creo, que no lo entienden. Pero te necesito, de veras. Me dicen, que los ojos me brillan de una manera especial cuando te nombro. Que se puede leer en mi lo que aún siento. ¿Y que hago? Si te has colado tan dentro. Entraste justo en el hueco que tenía vacío, y poco a poco quitaste espacio a todo lo demás expandiéndote. Ahora, es todo para ti.
¡Pero no puedo más! Quiero curarme, quiero dejar de escribir para ti. Quiero enamorarme de alguien que si merezca la pena. Quiero amar, reír, y soñar (no contigo). Quiero verte y que seas uno más. Poder gritar que todo va bien. Que tú ya no eres nada. Olvidarte. 
Y si algún día tú decides volver, recuerda que estuve y estoy. Pero no estaré.

Te das cuenta a veces, que todo lo que necesitas, lo tienes ahí. Te das cuenta, de que lo que no te dejaba ver, se ha ido, y que ahora, las cosas están más claras. Ves, que lo que te hacía estar a medias era la falta de la gente que te llena. Y llega un día y... ¡pum! Todo está más claro, tienes a unos amigos increíbles, que te tienden la mano, que te abrazan, y que pese a que algunas veces den un poco por culo, les quieres, por encima de todo. Que sin ellos, nada sería lo mismo, y que ahora que les tienes a ellos, a todos ellos, estas completa. Recuerdo algunos días con ellos, y sonrío. Me acuerdo de días en los que nos daba igual todo. Recuerdo como poco a poco, el grupo se fue formando, como poco a poco pasamos a sentirnos uno. Recuerdo como hay pequeñas grietas que aparecieron, y que aparecen. También recuerdo los días malos, los días en los que ves todo al revés. Bromas que solo entendemos nosotros. En fin, que decir. 

Vosotros llegasteis de repente, y me llenasteis, y me gustó. Sé que no soy perfecta, pero os quiero un montón.