lunes, 23 de mayo de 2011

9.- Secretos atados en un folio.

Nadie escribe unas palabras bonitas sino las siente realmente. Nadie es capaz de llorar a las palabras que siente sino las escribe. Escribe mil cosas bonitas y tristes. Bonitas, y felices, pero que no te hagan llorar, ni de emoción ni de tristeza. Porque al escribirlas te irás dando cuenta , poco a poco, minutos tras minuto, que la belleza de ellas está en lo que tú mismo sientes al decírselas a un papel. Al llorarlas en él. Siempre te escucha y solo te pide a cambio, más y más. Te desahoga, sin que debas decirle nada. Hay veces en las que al contárselas lloras, hay otras que al escribirlas sonríes porque lo que escribes va cobrando sentido poquito a poco. Porque todo lo que aquí dices va cogiendo forma, hasta llegar a ser algo. Para el resto nada, para ti, todo. Y es entonces cuando descubres lo maravilloso que es escribir, que es susurrar secretos a un folio. Sin pedirte nada. Y dándote todo.

PD: Escribo para mantener en distancia a la locura.